¿Es Cristo tu Señor?
Sin duda alguna ninguno de nosotros quiere ser controlado por otra persona, cada uno quiere vivir una vida en la que no tenga que obedecer mandatos, no queremos que nadie nos mande, queremos estar en total control de nuestra vida. Vivimos en una sociedad donde todos queremos ser independientes, y debido a eso surge una pregunta muy importante: ¿Quién controla nuestra vida, quién manda en mi vida? Será que tenemos la libertad y el derecho de controlar nuestra propia vida.
A veces decimos, Yo sé cómo manejar mi vida; nadie más tiene derecho a mandarme, pero ¿qué pasa si yo rindo el control de mi vida a otra persona? dejaríamos que esa otra persona dirija el curso de nuestra vida, que todo el tiempo te este diciendo, no hagas esto o aquello, tienes que obedecer, por supuesto que muchos de nosotros no nos gusta esa idea y no nos someteríamos en tal caso, pero ¿qué pasa si la persona que quiere controlar nuestra vida en este caso es Cristo?
El apóstol Pedro en el mensaje del libro de los Hechos 2:36 no solamente les esta diciendo que Jesús es el Mesías, pero a la misma ves les esta diciendo que ellos habían crucificado al que había sido exaltado por la diestra de Dios y constituido Señor.
Uno de los títulos más usados para referirse a Cristo es “Señor”. El diccionario lo define como alguien quien es dueño en absoluto, quien tiene domino, autoridad, es noble decoroso, propio de un Señor, y el nombre dado a Jesús es nada menos que “Señor”.
En realidad, esa palabra no se usa para referirse a lo que Jesús hace; sino a lo que Jesús es. Él es, y será siempre Señor, el gobernante soberano de todo lo que hay en el cielo y en la tierra. Salmo 24:1-2 Y por ser dueño de todo el tiene derecho de reclamar a sus criaturas absoluta obediencia.
Antiguamente, este nombre "señor" se aplicaba a alguien que tenía tierras y esclavos, grandes posesiones, riquezas, era el amo, alguien que controlaba un imperio, era el emperador, la máxima autoridad de la nación en lo político y en lo militar, y no solamente era el amo sino que era también el dueño de la vida de las personas. El no reconocerlo como tal era merecedor del castigo o hasta la muerte, así eran los cesares, era el Señor del imperio el cual era visto como una deidad.
En los tiempos bíblicos, significaba que Jesús estaba por encima del César y por encima de las personas a quienes ellos servían, Cristo era el Señor, el soberano, y por eso, cuando eran confrontados, entre hacer la voluntad de Dios, y hacer la voluntad de sus amos, o del César, si ellos elegían a Jesús, eso significaba perder la vida, perderlo todo, por reconocer a Jesús como Señor.
En nuestro tiempo todavía existen naciones donde los cristianos son perseguidos por honrar el nombre de Jesús por tenerlo como el Señor de sus vidas, y muchos de ellos son encarcelados, son torturados y otros hasta pierden la vida.
En una ocasión Pedro dijo es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres (Hec. 5:29) y por esa convicción que tenían sufrieron en gran manera, la historia nos dice que los cristianos del primer siglo murieron encarcelados, quemados, comidos por los leones, aserrados, cortados en pedazos, los usaban como antorchas para alumbrar las ciudades se burlaban de ellos, hacían un circo eran parte de la fiesta del imperio romano, pero a pesar de todo eso preferían morir por que entendieron lo que significaba hacer a Jesucristo, el Señor de sus vidas.
Y aunque el mundo de hoy vive en rebeldía contra Dios, un día toda rodilla se doblará ante Cristo y toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor, aun los mismos demonios confesaran tan grande verdad (Fil. 2:10-11).
La pregunta para ti en este mismo momento que estas leyendo es: ¿Es Cristo tu Señor? Te sometes a su palabra y a su autoridad con alegría y sencillez de corazón, no te es molesto obedecerlo, le reconoces como tal, Gloria a Dios si eso es así Porque Dios le ha hecho Señor y Cristo.
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