Serie de Predicación en Audio

Anhelando estar en la casa de Dios


"Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo" (Sal. 27:4)

Ese debería ser el propósito de cada hijo de Dios, decir: "Señor yo quiero estar en tu casa, Señor, hoy es domingo el día del Señor, quiero conocer más de ti, ayúdame a entenderte, quiero conocerte tal como eres. La iglesia es el mejor sitio para conocer de Dios, aprender de su palabra, y nosotros nos llenamos de gozo al estar en la casa de Dios, pero ¿qué pasa cuando no asistimos un domingo a la iglesia, o a las reuniones de oración durante la semana? pareciera ser que algo hace falta.

Ese era el deseo de David: “Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré”. Había una sola cosa que quería de Dios, y estaba dispuesto a poner mucho de su parte para buscarla, a veces queremos quedarnos en la casa, el cansancio y el trajín del trabajo pareciera ser que nos roba toda la energía, no tenemos fuerza para levantarnos tomar las llaves del carro y venir a la iglesia. David sentía una gran necesidad en su alma y era estar en la casa de Dios era lo máximo para él.  Como dice el (Salmos 84:1-4) ¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!

2. Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo. 3. Aun el gorrión halla casa, Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos, Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío, y Dios mío. 4. Bienaventurados los que habitan en tu casa; Perpetuamente te alabarán, luego el verso 10. dice: Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, Que habitar en las moradas de maldad. 

En el tiempo de David, el templo de Salomón aún no había sido construido; por lo tanto, David no estaba pensando en ese templo sino en el santuario donde estaba el arca del pacto y la presencia de Dios, es decir David anhelaba estar en el lugar santísimo, en la misma presencia de Dios. Cuando Ana dio a luz a Samuel lo dedico al servicio de Jehová, Samuel dormía en el templo y fue ahí donde Dios lo llamó. Que bendición la que recibió Samuel por estar en la casa de Dios, fue llamado personalmente por Dios. (1 S. 3:3). Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios;

Era la única cosa que David quería de todo corazón. Quería estar allí en forma permanente (“todos los días de su vida”). Podríamos decir este David era un fanático ¿Por qué lo deseaba tanto?  Porque la casa de Dios era un lugar de refugio (v.5-6). Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; Me ocultará en lo reservado de su morada; (todos sabemos que hay días malos pero con Dios estamos seguros. Él me dará el mejor refugio que pueda tener, escondido en su tabernáculo, resguardado con y en su gloriosa presencia.) Sobre una roca me pondrá en alto. 6. Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová. David estaba confiado en la protección de Dios, él sabía que Dios lo guardaría y lo protegería de sus enemigos, la biblia dice que Jehová es nuestro castillo fuerte, él es nuestro guerrero el pelea por nosotros gloria a Dios, y si Dios es con nosotros quien contra nosotros, tal acción lo llevaba a cantar alabanzas, el no necesitaba a nadie más para adorar, solo era el con Dios.

El domingo es el mejor día para estar en la casa de Dios, !no faltes!



Pastor. Salomón Altamirano
Iglesia Biblica Bautista Emanuel
Escritor de Su Palabra es la Verdad

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