Serie de Predicación en Audio

Nuestras Habilidades son de Cristo



 “Debemos recordar que los talentos con los que Dios nos ha favorecido no son excelencias que se originan en nosotros mismos, sino que son regalos gratuitos de Dios, de los cuales, si alguno se enorgullece delata su ingratitud.” 
- Juan Calvino

A lo largo de la historia humana, hemos visto a diferentes hombres y mujeres, los cuales nacieron con una capacidad especial para realizar un tipo de trabajo, resolver problemas difíciles que requieren de mucha sabiduría y eficacia, hombres que tienen una habilidad especial para la música y las artes, también se hallan hombres y mujeres con una enorme destreza para realizar cualquier tipo de actividad deportiva.

De la misma manera tu amigo lector, desde tu nacimiento has sido dotado de capacidades diferentes a la de los demas , que serán de ayuda a lo largo de tu vida. Probablemente ha habido momentos en tu vida en los que te has sentido incapaz de realizar alguna tarea.  Tal vez se te ha encomendado un trabajo fuera o dentro de tu iglesia que crees que no eres capaz de hacer, o tal vez no crees que puedas memorizar o aprender lo suficiente para tu examen, quizás tengas temor a practicar algún deporte porque crees que no eres capaz, o sencillamente como a muchos de nosotros se te hace difícil obedecer y seguir una orden. 

Muchos luchamos con estos pensamientos de impotencia día a día, creemos que no somos capaces de realizar un buen trabajo, o de sacar una buena calificación en un examen, sea lo que sea que tú creas dejame hacerte una pregunta: ¿qué te hace pensar que tus capacidades y habilidades radican en tus fuerzas o carisma?

Yo quiero recordarte que todo lo que somos, tenemos y podemos hacer en esta vida le pertenece a nuestros señor Jesucristo. La Biblia nos ensena que cuando Dios creo al hombre no solamente le dio un cuerpo físico, sino también le dio inteligencia y capacidades especiales, que lo hacen diferente de todo lo creado (Gen. 1:26-28; Rom. 12:6; 1 Cor. 12:7-8). 

Es de Dios que provienen todas las cosas, la vida y la muerte, la capacidad para pensar, analizar, actuar, nuestras aptitudes, la bendición y la maldición, la condenación y la salvación, todo, todo proviene de él. Y aunque es cierto que ninguno de los seres humanos nace aprendido, te recuerdo estimado lector que es Dios quien nos ayuda a desarrollar el don o capacidad que nos haya dado al momento de nacer. Vemos en la biblia el ejemplo de Bezaleel hijo de Uri, a quien Dios escogió para que ayudara con la construcción del tabernáculo, a quien Dios también capacitó: “y lo ha llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia…” (Exo. 35:31) Por lo tanto no debemos tener temor, sea cual sea el trabajo que se nos encargue debemos confiar en Dios y pedirle a el que nos de la sabiduría necesaria para poder realizar cualquier labor, Santiago nos recuerda que “si alguno tienen falta de sabiduría pídala a Dios y él la dará abundantemente” (Stg. 1:5) Dios en su inmensa misericordia y aún cuando no éramos capaces de lograr limpiarnos de nuestros propios pecados, ni luchar con nuestras tentaciones y maldad, nos dio de su gracia (Jesús) para poder ser presentados limpios y justos delante de su padre (Juan 1:16), de modo que, no es por merecimiento sino solamente por su misericordia. Siendo seres humanos infieles y débiles, su poder en nosotros (Hch. 1:8) nos da la valentía de lograr sus propósitos en nuestras vidas (2 Cor. 12:9).

Es cierto, quizás muchos de nosotros siendo creyentes nos hemos sentido incapaces alguna vez, sin embargo debemos recordar que Dios por medio de su Espíritu Santo nos ha capacitado para realizar todo tipo de labor en nuestro diario vivir, así como para llevar a cabo el trabajo más importante, que Él nos ha encomendado mientras estemos en este mundo: “id y haced discípulos de todas las naciones” (Mt . 28; Mr . 16). 

Como sus discípulos tenemos también la responsabilidad de edificar el cuerpo de Cristo (Ef. 4:11-12), esto requiere que pongamos esa capacidad, talento o don que Él nos ha dado a su servicio, al servicio de nuestros hermanos, así como también de aquellos que no le conocen. No debemos olvidar que, un día nosotros estábamos lejos de Dios muertos espiritualmente y Él nos dio vida, sin merecerla y sin que nosotros hiciéramos nada para obtenerla (Efe. 2:1), es solamente por su obra soberana en nuestras vidas. El mundo en el que vivimos nos enseña a confiar en nuestros talentos, ingenio, habilidades, sabiduría y en nuestra bondad para poder alcanzar el favor de Dios. 

La palabra de Dios nos ensena lo contrario, que todo lo que podamos hacer, el éxito o la salvación eterna que podamos alcanzar en este mundo se debe solamente a la capacidad, gracia y amor de Dios por nosotros. 

No es tu capacidad es la de Cristo!

“Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén”.  
(Rom. 11:36)



Pastor. José Mazariego
Iglesia Bíblica Gracia Eterna
Escritor de Su Palabra es la Verdad

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