Serie de Predicación en Audio

La Revelación General


Sería erróneo pensar que la naturaleza física es una parte de Dios en la forma en que mi mano es una parte de mi persona. Sin embargo, Dios puede revelarse mediante Sus acciones, así como una persona a menudo lo hace. ¿Qué nos puede decir Dios en esta manera? En Romanos 1:19 Pablo nos dice que lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. A continuación el versículo veinte sigue diciendo: Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

Esto hace eco a la afirmación hecha siglos antes por el salmista, el cual observó que los cielos cuentan la gloria de Dios (Salmo 19:1). El salmista vio la gloria de Dios a través del lente de la revelación espacial, pero es muy importante notar que lo que el salmista vio estaba objetiva y genuinamente allí. Re fraseamos estas observaciones, para decir que todo lo que se puede conocer acerca de Dios en un sentido "natural" se ha revelado en la naturaleza. 

Esto es lo que llamamos revelación natural o general.  La revelación general es universal en el sentido de que es lo que Dios da a conocer acerca de Sí mismo en una manera general a todas las personas, en todo tiempo y en todo lugar. La revelación general tiene lugar a través de la naturaleza, las experiencias y la conciencia humana, y la historia. Consideremos cada una de estas avenidas de la revelación general. 

A.  En las maravillas de la naturaleza 
Dios se manifiesta en las maravillas de los cielos (sol, luna y estrellas) y en la belleza de la tierra (firmamento y mares, montes y bosques, yerbas y flores). Sea en el componente más pequeño del átomo o en la galaxia más gigantesca, en la forma de vida más simple o en la más compleja, Dios se revela a Sí mismo a través de Sus obras. Jesús dijo que Dios hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos (Mt. 5:45), revelando así Su bondad para todos. De la misma manera, Lucas anota que el Dios vivo, que hizo los cielos y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay. . . no se dejo a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones (Hch. 14:15, 17). Dios se da a conocer en el continuo cuidado y provisión que le concede a la humanidad. El universo, en su totalidad, sirve al propósito del Creador, como un vehículo para la manifestación que Dios hace de Sí mismo. 

B. En la experiencia humana
Dios también se revela en hombres y mujeres. Ellos fueron creados a Su imagen y semejanza (Gn. 1:26). Los seres humanos como creación directa de Dios, son un reflejo de Él. Además son obra única de Dios; y esto se evidencia en el dominio del ser humano sobre el resto de la creación, en capacidad que las personas tienen para razonar, sentir, y pensar, en la libertad humana para actuar y responder, y en el sentido del bien y del mal que tienen los seres humanos (Gn. 1:28; Rom.2:14,15).  Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismo 15 mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos. Especialmente mediante este sentido moral  Dios se revela en la conciencia de los seres humanos. El hecho de la creencia y práctica religiosa es universal confirma las declaraciones del apóstol en Romanos capitulo 2. 

C. En la historia 
La experiencia combinada de los seres humanos resulta en la historia. Esta es otra fuente de la revelación general de Dios. Se manifiesta en los sucesos de la historia. Toda la historia, correctamente entendida, lleva la huella de la actividad de Dios y, de este modo, tiene un carácter teológico. Dios se revela en la historia primariamente mediante el surgimiento y la caída de pueblos y naciones. La historia de las naciones refleja algo de la manifestación de la acción de Dios. Pablo, en el Areópago de Atenas, aseveró que Dios se ha dado a conocer en la historia, y que no es un Dios desconocido. El es, más bien, el verdadero Dios que manda a todas las gentes, en todo lugar, que se arrepientan (Hch. 17:22-30). 

D.  Inadecuada para la salvación 
La revelación general de Dios es clara, sea en la naturaleza, en la conciencia humana, o en la historia. Aun cuando sea clara, a menudo es mal interpretada, y esto se debe a que seres humanos pecadores y finitos están tratando de entender a un Dios perfecto e infinito. Lo que hemos visto hasta aquí es compatible con lo siguiente: 

1)  La creencia religiosa es un fenómeno humano casi universal. 
2)  Tal creencia religiosa es implantada por Dios. 
3)  Todos los seres humanos deben reconocer a Dios basándose en lo que han aprendido del mundo que les rodea. 
4)  Todos los seres humanos creen en Dios, y demuestran su creencia, incluso aun cuando no quieran admitirlo. Nadie, sin importar cuán insignificante o ignorante sea, se excusará por no haber recibido la revelación de Dios. Hay suficiente conocimiento revelado de Dios en una flor como para guiar a un niño o a un científico a reconocer a Dios y adorarle. Hay suficiente evidencia en un árbol, una huella digital, un copo de nieve, o un grano de arena, como para movernos a glorificar al verdadero Dios. Pero, la gente no lo hace así En lugar de eso, colocan a la naturaleza o parte de ella, o su propia experiencia, en lugar de Dios, y así sus corazones son entenebrecidos. 

En resumen, concluimos que a los seres humanos les falta la disposición de llegar a un conocimiento puro y claro de Dios. No hay excusa por cuanto el rechazo se anida en el corazón del ser humano. Es imposible pretender ignorar la revelación de Dios. La misma conciencia produce en los seres humanos la convicción del rechazo y la ingratitud Hombres y mujeres suprimen la verdad de Dios debido a que no les gusta. No les gusta el Dios a quien la verdad conduce, de modo que en Su lugar inventan otros dioses y religiones. La universalidad de la religión en la tierra es evidencia de esta sustitución. Dios se ha revelado a todas las personas en todo lugar y en todo tiempo; y por eso todas las personas en todas partes expresan su necesidad de Dios. Esta expresión puede verse en las complicadas leyes de la cultura, en el materialismo, en los dioses y diosas de las religiones del mundo, o en las grotescas imágenes del paganismo. Esas expresiones son evidencia del hecho de que en toda la historia los seres humanos, consistente y voluntariamente, han rechazado a Dios, por cuanto no quieren responder a Dios.

Continuaremos…



Pastor. Salomón Altamirano
Iglesia Biblica Bautista Emanuel
Escritor de Su Palabra es la Verdad

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