La gracia de Cristo es mayor

Hace algunos años un hombre del sur de California, fue acusado de un doble homicidio, había matado a dos ancianas solo para robarles unos pocos dólares y unas joyas. En el momento en que se encontraba en la corte de pie ante el Juez, levanto su mano y pidió que se le permitiera hablar,  y apuntando con su dedo al Juez dijo: si Ud. me condena a cadena perpetua, buscare la forma de fugarme de la cárcel y lo matare, por eso le ruego que me mande a la silla eléctrica. Un gran silencio invadió la sala entera, el Juez mismo quedo sorprendido, el criminal volvió a hablar diciendo: Mi delito es muy grande. Quiero morir.

Así como esta historia hay miles en el mundo entero, y nos recuerda aquel acto criminal hace miles de años atrás cuando Caín mato a su hermano Abel, y fue entonces cuando Dios llamo a Caín y le pregunto por su hermano Abel. Y este fríamente confeso que lo había matado, y cuando Dios pronuncio sentencia contra él, la pena de andar errante en el desierto, Caín dijo: Grande es mi pecado como para ser perdonado. Casi las mismas palabras que pronuncio el criminal en California.

Ante estos dos horribles casos, tenemos que decir que los dos hicieron un delito, grande, aterrador delante de Dios. Eso es lo que es el pecado perverso en todas sus formas, ya sea asesinato, adulterio, fornicación, mentira, estafa, etc. El apóstol Pablo nos da una lista de los pecados que desagradan a Dios y por lo cual su ira esta sobre los que las hacen. 

Rom 1:18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;

Gal 5:19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20. Idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21. Envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes 

Pero como dice el titulo de esta reflexión la gracia de Cristo es mayor que cualquier delito y pecado de los hombres, la sangre de Cristo es capaz de perdonar al más terrible de los pecadores, su sangre derramada en la cruz del calvario es eficaz para salvar al mundo entero. Pero lo triste del caso es que muchos rechazan esa oportunidad única ofrecida en la vida. Dios habló por medio del profeta Isaías 1:18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Nadie más puede ofrecer lo que Cristo ofrece, el perdón por todos nuestros pecados, si alguna vez escuchas su voz a través de su palabra la biblia, o a través de un mensajero de Dios, es porque él te está llamando no endurezcas tu corazón, mañana puede ser muy tarde.

Pastor. Salomón Altamirano
Iglesia Biblica Bautista Emanuel
Escritor de Su Palabra es la Verdad